Capital del Corea del Sur desde hace más de 600 años, la ciudad de Seúl es el lugar de residencia de casi 10 millones de personas y constituye el centro financiero, cultural y de negocios del país.

El río Han, que atraviesa la ciudad, la divide a su vez en dos partes: el centro histórico, plagado de mercados, tiendas de antigüedades, restaurantes y construcciones tradicionales, y la zona industrial, donde emergen imponentes rascacielos y centros comerciales de grandes dimensiones.

Para conocer la tradición centenaria que alberga Seúl, se puede comenzar por el barrio de Insadong, cuyas laberínticas calles y construcciones antiguas transportan al viajero hasta la Corea de antaño. Sus cinco palacios y templos budistas son un ejemplo vivo de la cultura y las tradiciones coreanas. El Santuario de Jongmio, declarado Patrimonio de la Humanidad, es el templo confucionista más antiguo del mundo y uno de los enclaves turísticos más famosos de Seúl.

Para desplazarse por Seúl, lo mejor es hacerlo en metro, aunque si queréis tener más independencia a la hora de moveros por la ciudad y las zonas colindantes, no podéis descartar la opción de alquilar un coche.

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